“Nadie se pierde si tiene a María por madre.” — San Alfonso María de Ligorio

Poner el día en manos de la Virgen es como salir de casa sabiendo que alguien vela por ti con ternura, fuerza y amor.

📜 Texto tradicional

Oh Señora mía, oh Madre mía,
yo me ofrezco enteramente a ti.
Y en prueba de mi filial afecto,
te consagro en este día
mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón,
en una palabra, todo mi ser.

Ya que soy todo tuyo,
oh Madre de bondad,
guárdame y defiéndeme
como cosa y posesión tuya.

Amén.

🕊️ Versión breve adaptada (para niños o personas mayores)

Virgen María, buenos días.
Te entrego mi día, mi corazón y todo lo que soy.
Acompáñame, cuídame, y ayúdame a amar a Jesús como tú lo amas.

Amén.

✨ Explicación espiritual

Rezar a María al comenzar el día es una forma de consagrar nuestra jornada a Dios. Le pedimos a la Virgen que nos cuide, nos inspire y nos acerque a su Hijo en todo lo que hagamos.

¿Qué expresa esta oración?

  • Ofrecimiento total: le damos a María nuestros sentidos, pensamientos y acciones.
  • Confianza filial: como hijos que saben que su madre está atenta.
  • Petición de protección: que nos guarde de peligros físicos y espirituales.
  • Deseo de vivir en Dios: con un corazón limpio, sencillo y disponible.

⏰ ¿Cuándo rezarla?

  • Al despertar, como primera oración del día
  • Antes de salir de casa o empezar el trabajo
  • En familia, para enseñar a los hijos a confiar en María
  • Como parte del rezo de la mañana o el Rosario