Virgen María, Reina de la Familia,
ponemos bajo tu amparo nuestro hogar.
Mira con ternura nuestras alegrías y preocupaciones.
Danos tu paz cuando haya tensiones,
tu dulzura cuando falte el amor,
y tu fuerza cuando se presenten dificultades.
Enséñanos a perdonarnos,
a escucharnos con el corazón,
y a caminar juntos hacia Jesús.
Sé tú la Madre presente en nuestra casa,
y que nunca falte tu bendición entre nosotros.
Amén.