“María toma lo poco que somos y lo transforma en un regalo hermoso para Dios.”

Ofrecimiento diario a la Virgen María

Ofrecer el día a la Virgen es caminar con la seguridad de que no vamos solos, sino guiados por una Madre que nunca deja de velar por sus hijos.

📜 Texto completo

Oh María, Madre mía,
en este nuevo día me consagro a ti con todo mi corazón.
Te ofrezco mis pensamientos, palabras, obras, alegrías y sufrimientos.

Tómalo todo, purifícalo, y preséntalo a tu Hijo Jesús.
Quiero vivir este día unido(a) a ti,
confiando en tu amor de Madre,
y siguiendo tu ejemplo de fe, humildad y entrega.

Ayúdame a amar a Dios sobre todas las cosas
y a servir a los demás con alegría.
Sé mi guía en cada paso,
mi fuerza en cada dificultad
y mi refugio en cada momento de duda o debilidad.

Madre buena,
no permitas que me aparte del camino de tu Hijo.
Guárdame bajo tu manto hoy y siempre.

Amén.

🕊️ Versión breve (para niños o mayores)

María, te doy mi día.
Acompáñame, cuídame y enséñame a vivir como tú,
cerca de Jesús y amando a todos.

Amén.

✨ Explicación espiritual

El ofrecimiento diario a María es una oración de consagración sencilla y confiada, ideal para iniciar la jornada poniendo todo bajo su cuidado y dejando que ella lo ofrezca a Jesús.

¿Qué expresa esta oración?

  • Consagración personal: dejamos en manos de María nuestro día entero.
  • Deseo de vivir como ella: humilde, obediente, disponible a Dios.
  • Intercesión materna: le pedimos que presente nuestras acciones ante Jesús.
  • Guía y protección: para que no nos desviemos del camino del Evangelio.

⏰ ¿Cuándo rezarla?

  • Cada mañana al despertar
  • Al salir de casa o antes del trabajo/estudio
  • Al comenzar el Rosario o una lectura espiritual
  • Como acto de renovación de la consagración mariana