Virgen María, Madre poderosa,
cada día salgo al mundo con muchos temores e incertidumbres.

Te pido que me cubras con tu manto,
que seas mi escudo en los momentos de peligro,
y mi luz cuando me rodee la oscuridad.

Acompáñame cuando viaje,
guíame cuando no sepa por dónde ir,
y protégeme de todo mal físico o espiritual.

Oh María, no me dejes solo. Sé mi refugio siempre. Amén.